Una sociedad chileno-argentina-alemana quiso salir en rescate de la textilera Oveja Bellavista Tomé, pero no halló eco en el BancoEstado, al que acudió para lograr financiamiento para echar a andar las máquinas nuevamente.
Oveja Bellavista Tomé entró en quiebra el año pasado, aduciendo demoras en la recepción de un crédito que complicó el flujo de caja, y como consecuencia de la caída del dólar, como quiera que la textilera tiene el 85% de mercado en el exterior.
Con el cierre de la planta textil, que venía operando desde finales del siglo XIX, quedaron sin empleo unos 700 empleados, lo cual es un serio impacto para el mercado laboral de una población pequeña como Tomé (35 minutos al norte de Concepción, la capital de la región del Biobío).
La sociedad rescatista, Textil del Pacífico, la conforman Tomás Hallows, Gustavo Valenzuela, Juan Ignacio Maturana y Claudio Friote.
La propuesta que llevaron al BancoEstado consistía en que Textil del Pacífico disponía de US$ 4 millones y solicitaban un crédito por US$ 15 millones. El banco dijo que era muy poco lo que estaba aportando Textil del Pacífico y mucho lo que pedía en préstamo.
Crossville, la otra planta textil emplazada en Tomé, mostró interés en adquirir Oveja Bellavista, pero especialmente la maquinaria para reforzar su capacidad de producción actual.
El síndico a cargo de Oveja Bellavista Tomé es el señor Enrique Ortiz.