Dos tipos de cambio en Venezuela

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez (foto), anunció que la paridad cambiaria vigente desde 2003, pasa de 2,15 bolívares por dólar a 2,60 bolívares para unos casos y de 4,30 bolívares en otros. La cotización de 2,60 bolívares cubrirá: las importaciones del sector de los alimentos, la salud, el de maquinaria y equipos, ciencia y tecnología y todas las importaciones del sector público, así como artículos de librería y útiles escolares, las remesas familiares y las que ayudan a cubrir los gastos de los estudiantes venezolanos en el exterior, los recursos para los consulados y las embajadas acreditadas en Venezuela, a los jubilados y pensionados y otros casos especiales. Para “todo lo demás”, remarcó el gobernante, se utilizará una paridad de 4,30 bolívares por dólar, que llamó “dólar petrolero” y permitirá cubrir el sector automotriz, el comercio y las telecomunicaciones. El presidente dijo que la devaluación entrará en vigor a partir del próximo lunes.

Publicidad en las playas de verano

Anteojos de sol y freesbies o lounge y camas saltarinas son productos que reciben sin costo los veraneantes al estar en la playa. Pero para que esto sea posible, las empresas auspiciadoras asumen millonarios contratos. Hasta $40 millones deben pagar las marcas a las concesionarias de las playas para hacer publicidad durante enero y febrero en la arena de los balnearios más cotizados, como Cuatro y Cinco de Reñaca, Playa Grande de Pucón y El Muelle en La Serena, cuenta la periodista Carla Gardella Berra. En recintos menos solicitados por las empresas de consumo, como Cartagena, San Antonio, El Quisco o El Tabo, el precio puede bajar a los $10 millones. “Se hace un trato con la concesionaria para estar todo el verano en la arena de la playa, y obtener permisos para repartir muestras, hacer actividades y poner sillas y quitasoles”, cuenta Martín Osorio, gerente general de la agencia de medios Universal McCann. El valor por los metros cuadrados utilizados incluye exclusividad en ese espacio. Pero al terminarse la arena comienza la propiedad municipal, por lo que a las millonarias sumas ya mencionadas se deben sumar el gasto de las patentes que cobran los municipios por hacer publicidad en la vía pública. Esto incluye poner banderas, paraguas, carteles, hacer sampling (regalo de muestras) o la circulación de autos “brandeados” en la vía pública. El estrato socioeconómico de los distintos veraneantes es un factor determinante en el precio de cada playa. Para las marcas los balnearios se convierten en vitrinas, por lo que el poder adquisitivo de los bañistas es fundamental.